Los toros suelen presentar tres estados en la plaza:
- LEVANTADO:  Es el que suele mostrar a la salida del toril: cuando con la cabeza muy  alta, corretea sin fijeza, hace por todos los objetos que le llaman la  atención y aunque logre coger no suele revolverse contra el bulto, sino  que prosigue su viaje. En tal estado, tiene todo su vigor en las piernas  y no muestra la tendencia determinada.
- PARADO:  Mas tarde, cuando en mayor reposo no muestra aquella falta de fijeza  con que hubo de salir a la arena y, por el contrario, atiende a los  cites de los lidiadores con el capote, siguiendo el giro de éstos y  embebiéndose y rematando en ello.
- APLOMADO:  Es cuando pierde facultades y energías, poderío y acometividad. Es  decir hace arrancadas mas lentas, nunca desde larga distancia, y mucho  menos si se encuentra al amparo de alguna querencia (1), de la que cuesta conseguir arrancarle.
De todo ello se desprende que el estado mas apto para la realización de las suertes del toreo es el segundo.
(1)  Las querencias se dividen en:
- Naturales: Las puertas de los chiqueros.
- Accidentales: Corresponde a  determinados sitios en los que, por encontrarse mejor y menos  hostigados, con mas defensas o mas frescos, como por ejemplo pegados a  tablas. Aqui los toros se hacen fuertes, obstaculizando en cierto modo  la ejecución de lances, pases y demás actividades de matadores y  subalternos.
(Fuente de este artículo: Enciclopedia taurina de Don José Silva Aramburu).
EL INDIO GRANDE
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*"Después de la retirada sentí un vacío en mi vida y sufrí lo que nadie 
imagina: una noche, hasta soñé que estaba toreando. Durante dos años no 
quise ...
Hace 21 minutos
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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