Saludos cordiales a los aficionados taurinos

En este blog, comenzaré a insertar, anécdotas, curiosidades, datos,... sobre la Fiesta Nacional. Mi intención no es tratar sobre crónicas, noticias, etc, ya que de estos temas, entiendo, ya existen bastantes. Gracias a todos por leerme, proponer sugerencias o aportar datos. También, aquellos artículos que se presten a ello los iré actualizando o aportando nuevos datos. Si alguna imagen no debe estar en este blog, les ruego me lo comuniquen y la retiraré de inmediato. (EL AUTOR DE ESTA PÁGINA NO PUBLICARÁ LOS COMENTARIOS CON INSULTOS).

sábado, 5 de junio de 2010

* Los trofeos

ACTUALMENTE según el Reglamento, los premios o trofeos para los espadas consistirán en:

- El saludo desde el tercio,
- La vuelta al ruedo,
- La concesión de una oreja,
- La concesión de dos orejas del toro que haya lidiado, y
- La salida a hombros por la puerta principal de la plaza.
- Unicamente, de un modo excepcional, a juicio de la Presidencia, podrá ésta conceder el corte del rabo de la res.

Los premios o trofeos serán concedidos de la siguiente forma:
- Los saludos y la vuelta al ruedo los realizará el espada atendiendo, por sí mismo, a los deseos del público que así lo manifieste con sus aplausos.
- La concesión de una oreja se realizará por el Presidente a petición mayoritaria de! público.
- La segunda oreja de una misma res será de la exclusiva competencia del Presidente, que tendrá en cuenta la petición del público, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada.

El corte de apéndices se llevará a efecto en presencia de un alguacilillo que será, a su vez, el encargado de entregarlos al espada.

- La salida a hombros por la puerta principal de la plaza sólo se permitirá cuando el espada haya obtenido el trofeo de dos orejas, como mínimo, durante la lidia de sus toros.
(En algunas plazas para salir a hombros por la puerta grande es necesario cortar las dos orejas a una misma res).
Si se lidiaran tres reses, se permitirá la salida a hombros cuando se hallan obtenido al menos tres apéndices, y en caso de lidiarse seis, será requisito mínimo para salir a hombros la obtención de cuatro apéndices.


Enciclopedia taurina de José Silva Arambururu:

ANTIGUAMENTE, hasta bien avanzado el siglo XIX, al matador que realizaba una faena completa con toda la brillantez apetecible se le solía premiar concediéndole el toro íntegro: pero al contratarse para su venta las carnes de las reses lidiadas, quedó reducida tal costumbre a la concesión de una oreja solamente como símbolo del premio antedicho, o sea, de la totalidad del astado.
En muy contadas ocasiones se otorgaba dicho trofeo en provincias, y nunca en Madrid, donde solamente se premiaban los méritos con ovaciones mas o menos ruidosas.

La primera vez que en dicha capital se concedió una oreja, el diestro favorecido fue José Lara "Chicorro", matador que, al entendérselas el dia 29 de octubre de 1876 con el toro "Medias-negras", de la ganadería de Laffite, empezó por ejecutar con gran limpieza el salto con la garrocha; dio después un quiebro a cuerpo limpio; clavó luego, de un modo magistral, tres pares de banderillas, dos de ellos de a cuarta; seguidamente, pasó de muleta con arte y estrechándose, y, finalmente, tras un buen pichazo, metió una gran estocada, de la que rodó el toro como una pelota.
Todo ésto tuvo que hacer "Chicorro" para obtener el mencionado apéndice, concesión que por entonces no sentó precedente, pues habrían de transcurrir veintidos años sin que se repitiera, hasta que, el 12 de mayo de 1898, al verificarse una corrida patriótica, le fue concedido -medio en broma medio en serio- al modesto espada Leandro Sánchez de León "Cacheta" por haber dado muerte de una buena estocada a un toro de Udaeta que había sido rejoneado.

Tampoco esta vez tuvo el caso un carácter de práctica iniciada, y fue el 2 de octubre de 1910 cuando en dicha plaza madrileña quedó establecida definitivamente, al concedérsele a Vicente Pastor una oreja del toro "Carbonero" de Concha y Sierra.

Instituida entonces la costumbre, se vino observando en muy contadas ocasiones, solo cuando de faenas extraordinarias se trataba, hasta que, poco a poco, se fue prodigando y se llegó a tanta profusión como en provincias.

Generalizando el abuso, empezaron en éstas a concederse a pares; pareciendo esto poco, se pidieron y concedieron rabos y luego patas, cuyos excesos no sabemos ya qué es lo que simbilizan, pues si una oreja representa el concepto de la concesión de un toro solamente -el estoqueado con brillantez-, ¿que significan las demás extralimitaciones como no sea el mal gusto?.

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